Durante el 2020, en medio del aislamiento obligatorio causado por la pandemia, los productores Patokai y Fabiodalex se reunieron clandestinamente en un sótano berlinés, compartiendo la necesidad urgente de sentir esperanza. Buscando asilo en la música, rápidamente se embarcaron en un proceso creativo conjunto que los llevó a dar vida a Where Dreams Don’t Die (WDDD), un álbum con ocho poderosas canciones electrónicas que brillan en la oscuridad.
Con la AKAI MPC Live como compañera de composición y producción, el nuevo álbum es dueño de un sonido intenso y eléctrico que mira con la misma cuota de miedo y admiración al futuro como al pasado, siempre buscando respuestas y alguna luz en ambas direcciones. Así, influencias como The Prodigy, Daft Punk y Primal Scream se conectan con el pop de The Weeknd, la estética de Volver al Futuro y el imaginario distópico de George Orwell, dando como resultado una montaña rusa de emociones en la que encontramos gritos de desesperación y también mantras para mantener el equilibrio y la calma.
La idea que mueve este disco nos remite a uno de los atributos cruciales de la música, y es su inagotable capacidad de generar estados de ánimo que nos protegen en todo momento. Su significado queda en manos de los amantes de la música electrónica, más allá de la pista de baile y todo hedonismo.
Where Dreams Don’t Die puede y debe ser escuchado como una porción de música atemporal, que transmite una idea positiva en tiempos de conflicto, y su estética apela a lo más básico, profundo y receptivo del espíritu. Patokai y Fabiodalex, en definitiva, diseña un sonido amplio y frágil para escuchar y sentir desde lo más profundo.
El dominio del lenguaje de Patokai y Fabiodalex es total, y aquí han vuelto a ahondar en el pasado para inspirarse en otro verso, más contundente y melancólico, pero no menos evocador. Con todo, podemos decir con seguridad que este Where Dreams Don’t Die está al borde de la excelencia.