Hay artistas que para ir más allá de su sonido, tienen que desprenderse de su nombre original
y crear otro, pero luego están los otros, que para ir más allá, tienen que indagar en los otros y
reencontrarse de nuevo, para crear un sonido cuyo punto de partida no nazca tanto del intento
de traspasar fronteras como de recuperarlas. Este es el caso del gran productor Eliezer, que
recién ha publicado «Ritmica La Noar», en el sello Play Pal.
Eliezer es un artista al que le encanta crecer colaborando con artistas que admira. El artista con
sede en Tel Aviv potencia su sonido cuando une fuerzas con aquellos que mantienen un sonido
similar al suyo. Por supuesto, también lanza en solitario, y lo hace de órdago. Sin embargo,
para su último EP: «Ritmica La Noar», en el sello Play Pal, recoge unas cuantas colaboraciones,
con artistas que han hecho crecer e iluminar el sello de la mejor manera. Esos artistas son
Mufti, Skelseys y Ackerman.
Estamos ante tres reflexiones sonoras cargadas de guitarras, respaldadas con remixes de
autores como Kimshies, Modular y Tyu. Cada uno reconstruye las piezas originales aportando
su singular visión de la música. Este EP demuestra la particular manera de Eliezer de fundirse
con el sonido de los otros, situado a las antípodas de lo comercial, de lo genérico, de lo que
funciona sin más: lo que hace es, por el contrario, una especie de magma inestable de
pulsaciones y resplandores, de esbozos melódicos y difuminado de texturas. Todos esos
lenguajes e influencias de los que se nutrió en las colaboraciones, dialogan en este disco,
creando organismos sonoros nuevos, distintos y altamente evolucionados.
Eliezer, en Ritmica La Noar» , a través de cuerdas y percusiones profundas, nos dedica todos
sus recursos creativos a hacer de su trayectoria como productor en una propuesta musical más
compleja, sutil y profunda, abarcando todos los límites posibles. Por ello mismo, estamos ante
una obra seria, cuidada con esmero, que se presta a empezarla y no volver a la realidad hasta
que no haya acabado. En este disco se da un equilibrio muy cuidadoso entre la ambición de
sus intenciones y la grandeza de sus resultados, consiguiendo ir más allá, tarea que no es
nada fácil. Pero el nivel está ahí arriba, y Eliezer puede estar orgulloso de haber rubricado y
reafirmado un disco que señala el inestimable estado de salud del sello Play Pal.
Ya la venta en este link: