Síbaris, la mítica banda de synthpop/dance-rock de Barcelona, celebra ya diez años sobreviviendo en el underground absoluto. “Los días sin noches”, su útlimo disco, diferente en concepto a su anteriores trabajos, homenajea ese mundo de noctámbulos e insomnes. Por esta razón y tal vez inducidos por la temática, se han dejado influir por ciertos sonidos post-disco y guitarras funkeras, sin dejar de lado la base synthpop ni su querencia a la new wave o el glam.
Ha sido un honor entrevistar Albert Isasi, miembro de la banda, y esto es lo que nos han contado.
¡Hola Albert! ¿Dónde podemos encontrarte ahora mismo? ¿Cómo
empezaste el día?
El día de hoy, bien, tranquilo, ahora tomando café con la noticia de
la apertura del ocio nocturno que me permitirá retomar
mi faceta de Dj (Sor Alberta Dj) con nocturnidad. Además el
compañero Ferran podrá reabrir su local (Milenio). Síbaris nos
conocimos en la noche y nuestro último single “Los días sin
noches” tiene mucha relación con todo esto.
¿Cuándo empezó a formarse la idea de poner en marcha vuestro
proyecto de banda? ¿Siempre ha sido algo que quisisteis hacer?
Yo había estado en formaciones noventeras de un estilo similar a
Síbaris desde 1990 a 1998, pero durante los 2000 solo me dedicaba a
pinchar. Empezaba a pensar en algún nuevo proyecto cuando Víctor,
nuestro actual batería, que entonces tocaba en un grupo de rock
urbano, algo punk, me propuso a finales de 2008 hacer un dúo en
plan tecno-pop y en febrero de 2009 arrancamos. Ambos somos muy eclécticos y creamos el proyecto,
totalmente autogestionado, desde diferentes influencias.
Estuvimos casi dos años solos y entre los dos grabamos y
producimos el primer disco “El momento perfecto”. Poco después
decidimos crear una banda para directo y empezaron a llegar los
demás miembros. Han pasado unos cuantos músicos por la
formación, algunos provenientes de otras bandas, pero Guillem y
Ferran son los que más tiempo llevan aparte de mi, otros han estado unos años y otros se fueron y han vuelto. Ha habido mucho
movimiento, la verdad.
¿Cómo definirías el sonido de tu último trabajo?
Si habéis oído la trilogía de EP ‘s de versiones, “Coito Ergo Sum”,
os habréis percatado del eclecticismo que nos mueve. Nosotros
tenemos una base original de synthpop/new wave principalmente,
pero también de música de baile como el post-disco, eurodisco, high energy
o italo-disco. A esto le añades influencias del Glam-rock
setentero y sonidos más dark como el post-punk y prácticamente
tienes la receta salpicada, de vez en cuando, con cosas populares
como la canción ligera o el rock and roll.
En la supuesta cara A de nuestro single está, la ya referida, “Los
días sin noches” que bebe, principalmente, del post-disco mezclado con
nuestra base típica synth y la guitarra funkera que nuestro nuevo
guitarrista, pero viejo amigo, Àlex, ha grabado.
La supuesta cara B, “Sintesis de un mundo anterior” es
instrumental y está totalmente influenciada por artistas de los 70
y principios de los 80, como Kraftwerk, OMD, Jean-Michel
Jarre, Vangelis o Alan Parsons Project. Acercándonos un poco a lo
que ahora llaman synthwave.
¿Qué artistas te interesan estos días?
Me interesan los de siempre aunque sus últimos trabajos me gusten
más o menos. Hablo de The Cure, Depeche Mode, AC/DC, New Order,
Kiss, Pet Shop Boys, Rolling Stones, Bunbury, Fangoria… de
desaparecidos como Michael Jackson, Joy Division, Parálisis
Permanente, Alaska y Dinarama, David Bowie, The Clash, Beatles,
Radio Futura o Héroes del Silencio. De la actualidad puedo estar
interesado por la oscuridad de Ana Curra o She Past Away, grupos
tipo Editors… cosas más mainstream como Dua Lipa o Billie Eilish
o grupos poco conocidos como SERCH, Jon Dove o Smegma, que son
unos chavales punk con cantante glamuroso a lo Iggy Pop que me
encandilaron en su directo.
Al resto de la banda le interesa también música diversa desde el
indie al punk pasando por sonidos más vanguardistas o bailables.
¿Cómo lográis combinar géneros tan dispares? ¿Cómo lográis darles
unidad y armonía? ¿Qué tienen en común para vosotros?
Para mi todo encaja, yo vengo de la new wave que era una síntesis
de todo lo que había pasado en los 70, desde Bowie a Donna Summer
pasando por los Clash, Blondie, Kraftwerk o Roxy Music. Podríamos
decir que es un mismo plato al que nunca le añades los
ingredientes con las mismas cantidades, si no que los combinas de
forma diferente. Como compositor y auto-productor llevo todo esto
dentro de mí con total naturalidad de la misma forma que he ido a
conciertos de Metallica, Love of Lesbian o Luis Miguel. Además
comparto con mis compañeros querencias y aficiones a géneros tan
dispares como el Rock clásico, A.O.R., punk, hard rock, indie y
petardeos o moderneos varios que nos pueden hacer gracia. En
definitiva el synthpop para nosotros es nuestra base de pizza y
sobre ella cualquier cosa que nos apetezca con unos límites
amplios.
¿Cómo definirías vuestro sonido?
Synthpop y Electro-Rock con base en la new wave y con todas las
influencias mencionadas hasta ahora. Todo lo referido en la
anterior respuesta
¿Podéis hablarnos de vuestro último trabajo? ¿Cómo nace? ¿Qué
queréis transmitir?
En las canciones de nuestro últimos single por un lado, «Los días
sin noches», es una reivindicación del ocio nocturno y de lo que lo
echábamos de menos durante todo el tiempo que ha estado anulado de
nuestras vidas. Nace una noche en la que leía las quejas de los
dueños de locales en las redes sociales durante las horas más
oscuras de la pandemia. El dejarse influir por sonidos de
discoteca clásica, algo retro, fue un homenaje a todo ese mundo.
El tema instrumental, «Síntesis de un mundo anterior», es casi un
tributo a los artistas que llevaron la electrónica al nivel
merecido hace unas cuatro décadas. Nace de la necesidad de
experimentar en esos términos y de la admiración por esos músicos
pioneros.
¿Podéis contarnos algo sobre vuestros proyectos actuales o
futuros?
Estamos terminando el nuevo single que también tendrá dos
canciones: una más pop, bailable y ligera y otra más densa, algo oscura
y desgarradora