K.Martin esa clase de artistas que no dan puntada sin hilo, que en todo momento saben lo que hacen y no dejan nada al capricho del azar, aunque a veces sus decisiones nos puedan parecer insólitas o fuera de lugar. Y si además, después de una entrada espectacular en el underground con su EP: MIND CONTROL, lo vemos haciendo de las suyas con Loosh, nos deja más sorprendidos.
Hay que indicar que en su faceta de dj, K. Martin se encuentra en uno de sus mejores momentos, haciendo lleno en todas sus últimas actuaciones. Sus últimos hitos se encuentran en su vuelta a pinchar en CODE y las noches épicas que está regalando en La Mancha y Andalucía. Sus sets, cargados de ritmos ácidos y bombos rotos te dejan sin aliento.
En MIND CONTROL consigue dotar de introspección, energía y luz crepuscular absorbente, y que cierran un disco que sabe cómo convertir la pulpa musical en un refrescante zumo de ambrosía. Cuanto más se escucha el disco, más difícil es ubicarlo en un lugar geográfico concreto. Su música parece que no se solidifique nunca, que sea un fluir de sonidos e impresiones que no parecen quedarse nunca fijas ni en el sitio ni la memoria, como un perfume o una visión rápida de un cuerpo en movimiento, hasta postularse como uno de los verdaderos valores de futuro de la electrónica mansa y lustrosa. Este es su primer trabajo en solitario, que saldrá en preorder el próximo 16 de diciembre en el nuevo sello de Black Snake Recordings, Empathisc Records, acompañado de dos remixes de dos grandes amigos suyos, Rommo y Jogger.
Los temas que están grabados en este disco demuestran la particular forma de entender el sonido de K.Martin, situado en el extremo opuesto de lo comercial, lo genérico, lo que funciona: lo que hace es, por el contrario, una especie de magma inestable de pulsaciones y resplandores, de trazos melódicos y texturas difuminadas, persiguiendo una expresión serena, espiritual, casi ascética. Todos esos lenguajes e influencias de los que se nutrió dialogan en este disco, creando organismos sonoros nuevos, diferentes y muy evolucionados.
La idea que mueve este disco nos remite a uno de los atributos cruciales de la música, y es su inagotable capacidad de generar estados de ánimo que nos protegen en todo momento. Su significado queda en manos de los amantes de la música electrónica, más allá de la pista de baile y todo hedonismo.
Por cierto, a final de año, lanzará dos remixes para los madrileños ALX y Miguel Rivas, el primero de ellos verá la luz en el sello mexicano Redlofrecords del reconocido Mosher; del segundo de ellos, aún se mantiene en Topsecret su salida.