Hay artistas que para ir más allá de su sonido, tienen que desprenderse de su nombre original y crear otro, pero luego están los otros, que para ir más allá, tienen que reencontrarse de nuevo, para crear un sonido cuyo punto de partida no nazca tanto del intento de traspasar fronteras como de recuperarlas. Este es el caso de los productores TheArchitech & Rwbel que presentan “Stardust” en 33 Degrees Fahrenheit.
Desde que siguieron su instinto y empezaban a producir lo que realmente sentían que debían hacer, sin dejar de hacer propuestas tan interesantes como singulares, que han puesto en entredicho el manido tópico de que no se está produciendo nada que salga de la uniformidad en el mercado.
Este trabajo que les une demuestra la particular manera de ambos productores de entender el sonido, situado a las antípodas de lo comercial, de lo genérico, de lo que funciona: lo que hacen es, por el contrario, una especie de magma inestable de pulsaciones y resplandores, de esbozos melódicos y difuminado de texturas, persiguiendo una expresión tranquila, espiritual, casi ascética. Todos esos lenguajes e influencias de los que se nutrió dialogan en este disco, creando organismos sonoros nuevos, distintos y altamente evolucionados.
Al final, en conjunto, acaban conformando un disco donde se da un equilibrio muy cuidadoso entre la ambición de sus intenciones y la grandeza de sus resultados, consiguiendo ir más allá, tarea que no es nada fácil. Pero el nivel está ahí arriba, y ambos productores pueden estar orgullosos de haber rubricado y reafirmado su entrada en la historia de la música electrónica.